Para crecer sanas y producir cogollos espectaculares, las plantas de cannabis necesitan una base sólida sobre la que apoyarse. Por ello, la importancia de crear y mantener unas raíces sanas es absoluta. De hecho, sin un sistema radicular saludable, las variedades de cannabis fácilmente podrían no producir una cosecha decente o incluso, en el peor de los casos, morir. Lee este artículo para descubrir cómo desarrollar y mantener raíces sanas con el objetivo de cultivar una variedad de cannabis muy respetada.

Mantener sanas las raíces de cannabis
Para mantener el Enraizamiento de Cannabis en plena salud, se necesitarán cuatro componentes básicos, a saber, Fertilizantes, Aire, Agua y Temperatura Adecuada. Sin la presencia de uno solo de estos cuatro componentes, la planta de cannabis lamentablemente morirá. Descubramos juntos por qué son tan importantes en el mundo vegetal.
Nutrientes
Si bien a menudo pensamos en los fertilizantes como combustible para promover el crecimiento vegetativo y la floración de las plantas, son igualmente importantes para fortalecer los sistemas de raíces. El fósforo y el potasio son dos nutrientes clave para el desarrollo de las raíces, ayudan a fortalecer el sistema de raíces existente y animan a las plantas a desarrollar nuevos nutrientes. Por otro lado, el nitrógeno favorece el crecimiento de las partes verdes. Recomendamos enfáticamente trabajar el suelo agregando potasio y fósforo al suelo. Por ejemplo, la harina de huesos y la roca fosfórica son excelentes fuentes de fósforo, mientras que la glauconita y las algas son fuentes de potasio y puede usarlas para trabajar con el suelo para ayudar a las plantas a desarrollar raíces saludables desde el principio.
Aire

Las plantas respiran a través de las raíces para absorber algo de oxígeno. Este proceso es fundamental para la creación de ATP, que es una molécula que ayuda a transportar la energía química en las plantas. Cuando el oxígeno es insuficiente, las plantas no podrán transferir energía a través del organismo y básicamente comenzarán a pasar hambre. El riego adecuado es una parte importante del suministro de oxígeno a las raíces de las plantas. El riego excesivo puede inundar las raíces, no solo privándolas de oxígeno, sino también proporcionando un caldo de cultivo para los patógenos. Por eso, lo que más recomendamos sobre todo es dejar secar siempre la tierra de la planta entre un riego y otro. Los diversos tipos de macetas también tienen una fuerte influencia en el oxígeno que respiran las raíces.
Agua
Las raíces están en constante búsqueda de agua y nutrientes. A medida que crece la planta, las raíces crecen de forma paulatina y se debe asegurar un riego adecuado para seguir fomentando el crecimiento. Esto supondrá aumentar paulatinamente la cantidad de agua y el rango de riego que se proporciona a las plantas. Cada vez que riegue una planta, querrá regarla fuera del radio de las raíces de la planta. Esto ayudará a que las raíces crezcan más hacia el borde de la maceta para encontrar más espacio y nutrientes disponibles. Para tener un excelente enraizamiento de cannabis será necesario administrar agua en las cantidades adecuadas, sin exagerar o no.

Clima adecuado
Las raíces de cannabis prefieren estar alrededor de los 24-25 °C, respiran y crecen más por la noche. En los sistemas hidropónicos, la temperatura del agua debe mantenerse entre 20 y 25 °C. A estas temperaturas, el nivel de oxígeno disuelto en el agua alcanzará su máximo, asegurando una mejor absorción de nutrientes y un crecimiento más rápido.
¿Cómo están las raíces en plena salud?
Las raíces sanas de cannabis son de color blanco lechoso y no tienen un olor perceptible. Si está cultivando en macetas, sus raíces deben extenderse por todo el suelo, pero no deje que se envuelvan completamente alrededor de los lados de la maceta. Por otro lado, las plantas de marihuana con raíces enfermas tienen un color marrón, un fuerte olor a podrido, lo que es un claro síntoma de pudrición de raíces u otros problemas de raíces.
Resuelve los problemas de raíz más comunes
Tener problemas con las raíces del cannabis es una clara señal de que tu cultivo no está funcionando como debería, enumerados aquí encontrarás los problemas más comunes que afectarán a los cultivadores novatos, descubre cómo solucionarlos.
Exceso de Fertilización
Los fertilizantes ayudan mucho en el cultivo de nuestras plantas y para el enraizamiento de cannabis. Sin embargo, si se usan en exceso y de forma exagerada, crean problemas considerables para las raíces de nuestras plantas, llevándolas muchas veces a la muerte. De hecho, se sabe que el exceso de fertilizante provoca quemaduras en las raíces. ¿Como resolver el problema? El método más común y utilizado es lavar las raíces con abundante cantidad de agua osmótica y quizás la próxima vez prestar mucha más atención a las dosis de fertilizantes.
Pudrición de la raíz: demasiada agua o hongos nocivos
La podredumbre de la raíz es un problema muy común entre los cultivadores de cannabis novatos que no saben cuándo regar sus plántulas de marihuana de la manera y la frecuencia adecuadas. La pudrición de la raíz hará que las hojas de la variedad de malezas se vuelvan amarillas y les den una apariencia poco saludable y casi muerta. Para hacerle frente, primero debemos tener suerte y esperar que las raíces no estén completamente podridas a estas alturas. La única forma de intentar salvar la planta será trasplantarla a una maceta con tierra nueva y esperar a que se salve. Después de esta experiencia te recomendamos que seas más cuidadoso con las dosis de agua que le das a tus cepas.

Zona demasiado fría o caliente
La temperatura ideal para el cannabis ronda los 15 y 30 °C. Fuera de este rango, las plantas de marihuana seguramente sufrirán y se enfrentarán a complicaciones de todo tipo, siendo la más común un problema de raíz. Las temperaturas demasiado frías o demasiado calientes generarán un fuerte choque en las raíces de las plantas, generando así un marchitamiento general de la variedad de cannabis. Además, si estas temperaturas inadecuadas duran demasiado, las plántulas morirán o, en el mejor de los casos, producirán un rendimiento mínimo e insatisfactorio. Por ello, aconsejamos a los cultivadores que prevengan este problema midiendo siempre la temperatura de su armario de cultivo y que se defiendan de posibles descensos o excesos de temperatura durante las temporadas de verano e invierno.